Tuesday, December 29, 2009

Dile NO a las pasitas en las hallacas

El Venezolano es amante de la Navidad: Pocos saben qué es la Misa de Gallo, pero cómo les encanta gastar las utilidades en peroles para la casa. La comida navideña es de la más elaboradas que tiene la gastronomía del país, hacerla es casi un rito para las familias, ritos que no están exentos de creencias, cuentos y mañas que pasan de generación en generación.

Pero hay un pequeño detalle: El Venezolano convierte casi cualquier comida en un plato navideño al agregarle un ingrediente mágico: Las pasitas. No importa si el plato es dulce o salado, si aparecen las pasitas automáticamente es considerado algo navideño.

La verdad las pasas me gustan, pero solamente crudas, o en su defecto en alimento dulce. En cualquier otra presentación, considero que están de más.

Caso # 1: Pan de Jamón. Dicho pan viene acompañado de Aceitunas verdes (¿?) y pasitas (¿?). Las familias modernas lo compran y no lo consumen todo el mismo día, ergo, lo guardan en la nevera. Para volver a comerlo medianamente bien, lo calientan en el microondas, lo cual produce que las pasitas sepan aún peor.

Caso # 2: Hallacas: Aplica lo anteriormente descrito en el caso # 1, con el añadido de que muchas personas dicen "La pasita es más bien como un adorno en la hallaca, igual hay que comérsela". Por ese motivo, me atrevo a afirmar lo siguiente:

- Un buen porcentaje de las personas NO gusta de las pasitas, pero se las come "porque la comida no se debe espurgar (sic)".
- Otras tantas las apartan en el plato sin piedad.
- Un modesto porcentaje asegura gustarles.

Me incluyo sin vergüenza en el segundo grupo, pues a mi juicio las benditas pasas sobran en ese plato, creo que la persona que las agregó buscó infructuosamente hacer un contraste dulce-salado como los de la cocina contemporánea.

A ver, y a quién más NO le gustan las pasas en las hallacas?

Wednesday, December 23, 2009

Nacimiento

Ya con una buena cantidad de tiempo sin escribir acá, pero con has ganas de escribir intactas, me dispongo a retomar mi blog, a acordarme de él, y me doy cuenta que no le dedicaba letras desde mayo, momento en el que escribí (hasta ahora) mi único post de 2009. Creo que si uno sigue postergando hacer las cosas que se disfrutan, se acaba el año y no se hizo nada, y al final del año, los lamentos no valen de nada.

Esta navidad en particular, la gente parece andar con menos ánimos de encuentro, pero por extraño que parezca, sigue comprando como loca. Tengo la impresión (y no he descubierto el agua tibia) de que la gente asume diciembre como un evento estresante, y no como el disfrute que debería ser.

De unos cuantos años para acá, había dejado de involucrarme en las actividades navideñas de la casa, salvo las que incluían alimentos. Mi excusa era "haber llegado cansado al fin de año" y "un derecho legítimo al descanso en los escasos días libres del mes 12". Paulatinamente dejé de participar, y de disfrutar, de actividades que hacía de pequeño en estas fechas.

Hace 2 días, y sin proponérmelo, me tocó "mudar" el nacimiento de un rincón de mi casa (donde éste pasaba casi desapercibido)* a otro más visible, donde se había instalado religiosamente los últimos 27 años. Me tomé mi tiempo e iba arreglando las diferentes piezas, las nuevas (diferentes personajes de un pueblo) y las ya conocidas (además de las figuras básicas de cerámica, las infaltables ovejas, y un puente que rescaté del olvido), y recordé que la última vez que había participado de esto había sido hace muchos años, además que era esto algo que disfrutaba hacer cuando niño. Ya es una promesa establecida que el año próximo se elaborará más grande, y me encargaré directamente de que sea así.

A la fecha, no he comido hallacas ni pan de jamón, tampoco he salido corriendo a gastar las utilidades como loco en compras exageradas, pero si hago he disfrutado verdaderamente, ha sido ese momento, que por más simple que parezca, resultó ser muy significativo.

* Este año, el nacimiento fue instalado fallidamente en un lugar de la sala, casi tapado por una silla. Visto que la prueba no funcionó, se decidió mudarlo a su lugar de siempre.

DISCLAIMER: El autor se reserva el derecho de escribir contenido cursi en ocasión de las festividades navideñas en desarrollo.