El Venezolano es amante de la Navidad: Pocos saben qué es la Misa de Gallo, pero cómo les encanta gastar las utilidades en peroles para la casa. La comida navideña es de la más elaboradas que tiene la gastronomía del país, hacerla es casi un rito para las familias, ritos que no están exentos de creencias, cuentos y mañas que pasan de generación en generación.
Pero hay un pequeño detalle: El Venezolano convierte casi cualquier comida en un plato navideño al agregarle un ingrediente mágico: Las pasitas. No importa si el plato es dulce o salado, si aparecen las pasitas automáticamente es considerado algo navideño.
La verdad las pasas me gustan, pero solamente crudas, o en su defecto en alimento dulce. En cualquier otra presentación, considero que están de más.
Caso # 1: Pan de Jamón. Dicho pan viene acompañado de Aceitunas verdes (¿?) y pasitas (¿?). Las familias modernas lo compran y no lo consumen todo el mismo día, ergo, lo guardan en la nevera. Para volver a comerlo medianamente bien, lo calientan en el microondas, lo cual produce que las pasitas sepan aún peor.
Caso # 2: Hallacas: Aplica lo anteriormente descrito en el caso # 1, con el añadido de que muchas personas dicen "La pasita es más bien como un adorno en la hallaca, igual hay que comérsela". Por ese motivo, me atrevo a afirmar lo siguiente:
- Un buen porcentaje de las personas NO gusta de las pasitas, pero se las come "porque la comida no se debe espurgar (sic)".
- Otras tantas las apartan en el plato sin piedad.
- Un modesto porcentaje asegura gustarles.
Me incluyo sin vergüenza en el segundo grupo, pues a mi juicio las benditas pasas sobran en ese plato, creo que la persona que las agregó buscó infructuosamente hacer un contraste dulce-salado como los de la cocina contemporánea.
A ver, y a quién más NO le gustan las pasas en las hallacas?